Elena Manjón Curto.
Carolina Enrique flores.
Eduardo Manjón Curto.

martes, 14 de abril de 2015

ERGONOMIA

El término ergonomía proviene de un vocablo griego y hace referencia al estudio de los datos biológicos y tecnológicos que permiten la adaptación entre el hombre y las máquinas o los objetos.
La traducción del concepto griego está relacionada a las normas que regulan el accionar humano. La ergonomía, por lo tanto, analiza la interacción entre el ser humano y otros elementos de un sistema con el objetivo de promover el bienestar humano y el rendimiento del sistema.
La ergonomía se propone que las personas y la tecnología funcionen en armonía. Para esto se dedica al diseño de puestos de trabajo, herramientas y utensilios que, gracias a sus características, logren satisfacer las necesidades humanas y suplir sus limitaciones. Esta disciplina, por lo tanto, permite evitar o reducir las lesiones y enfermedades del hombre vinculadas al uso de la tecnología y de entornos artificiales.



Pero estos dos no son los únicos beneficios que trae consigo el llevar a cabo el desarrollo y aplicación de la citada ergonomía. En este sentido, podríamos destacar que la misma también permite aumentar la eficiencia y productividad o el buen clima que existe dentro de la organización. Todo ello sin olvidar tampoco que permite simplificar las tareas que el empleado tenga asignadas.


Un objeto ergonómico es aquel que ofrece comodidad para el usuario, eficiencia y buen nivel de productividad. Por ejemplo: hay personas que pasan muchas horas diarias sentadas frente a una computadora por motivos de trabajo. La ergonomía se encarga de diseñar sillas específicas para esta tarea y busca adaptar ciertos elementos (como el teclado) para mayor comodidad del usuario. Sin la aplicación de técnicas ergonómicas en estos objetos, es posible que la persona sufra de dolores de espalda y en las articulaciones, entre otros.



Consejos sobre ergonomía

La colocación correcta de un monitor y teclado puede reducir la fatiga en los ojos, los brazos, los hombros y el cuello. Siga estos consejos cuando trabaje con un ordenador. Consulte también la Herramientas de instalación de estaciones de trabajo para obtener las medidas específicas de altura para sus equipos.

Colocación del monitor y el teclado...

Ajuste la altura del monitor de modo que la parte superior de la pantalla esté al mismo nivel del ojo o justo por debajo. Sus ojos deberían mirar ligeramente hacia abajo cuando esté mirando al centro de la pantalla.
Coloque el monitor a una distancia no inferior a 508 mm (20 pulgadas) de sus ojos. Una regla general adecuada es la longitud del brazo.
Ajuste la posición de la pantalla para eliminar el reflejo de los cristales y las luces del techo.
Si las condiciones de la iluminación lo permiten, incline el monitor 10º a 20º hacia atrás. De esta forma se mantiene la misma distancia entre sus ojos y la pantalla cuando la mira de arriba abajo.
Excepción: Si utiliza gafas bifocales, baje el monitor por debajo del nivel de los ojos y gire la pantalla hacia arriba, inclinándola de 30º a 45º hacia atrás.
La línea central del teclado debe estar al mismo nivel que la altura de los codos.
Incline el teclado 10º hacia atrás, de tal forma que sus muñecas estén en posición plana.

Más consejos para trabajar cómodamente con el ordenador...

Utilice una silla ajustable. Póngase cómodo y realice ajustes frecuentemente.
Fije su visión periódicamente enfocando en un objeto situado a unos 6 m.
Póngase de pie y estire su espalda y brazos de vez en cuando.
Sitúe los objetos que mire la mayor parte del tiempo (la pantalla o material de consulta) directamente delante de usted para no tener que girar la cabeza.
Recuerde que si su estación de trabajo está ajustada correctamente, puede seguir sufriendo fatiga muscular si está demasiado rato en la misma posición. Asegúrese de ajustar periódicamente el monitor, el teclado y la silla para mantenerse flexible.

  

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